***SOLO HOY El arte de engañar al karma de Elísabet Benavent
Vuelve Elísabet Benavent con una nueva novela que logrará una vez más sorprender a sus lectoras.
Nivel de emoción por aquí: 100/10 El libro Más Vendido de 2021Abril. La historia de un amor de Joseph Roth pdf descargar gratis leer online
Abril. La historia de un amor
Primeras páginas de Abril. La historia de un amor de Joseph Roth
La noche de abril cuando llegué estaba cargada de nubes y de lluvia. Las siluetas plateadas de la ciudad se elevaron suavemente, audazmente, casi cantando, desde la niebla suelta, hacia el cielo. Una torre gótica trepaba a las nubes con juntas finas y delgadas. El disco amarillo yema del reloj iluminado del ayuntamiento colgaba en el aire como una cuerda invisible. Alrededor de la estación de tren olía dulce y borracho a carbón, jazmín y prados que respiraban.
El único taxi de la ciudad estaba esperando, indiferente y polvoriento, frente a la estación. La ciudad tenía que ser pequeña. Sin duda era dueña de una iglesia, un ayuntamiento, una fuente, un alcalde y un taxi. El caballo era moreno, de pezuñas anchas, llevaba puños peludos rojizos sobre los tobillos y no tenía anteojeras. Sus ojos miraban de par en par y con benevolencia la plaza. Cuando relinchaba, inclinaba la cabeza hacia los lados, como una persona que se prepara para estornudar.
Entré en el taxi y pasé por todas las cajas de sombreros temblorosas y maletas balanceándose con la gente colgando de ellas en la carretera rural. Escuché lo que la gente se decía entre sí y sentí la pobreza de su destino, la pequeñez de su experiencia, la rigidez y la ingravidez de su dolor. La niebla se derramaba sobre los campos a ambos lados de la carretera como plomo fundido, simulando el mar y la infinitud. Por eso las cajas de sombreros, la gente, los discursos, el taxi eran tan pequeños y ridículos. Realmente creía en el mar de ambos lados y me asombraba su silencio. Puede que haya muerto, pensé. La chimenea de una fábrica que de repente se alzaba junto a una esquina blanca de una casa, aterradora a pesar de su delgadez, parecía un faro apagado.
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