Cariño, soy más que una estrella (Darling 4) de Mar Poldark

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¿Cuántos miedos debía dejar atrás para olvidar los prejuicios y escuchar a su corazón?

Richard, (Dixon) Jones siempre ha tenido muy claro que el Johnny’s no iba a ser su prisión. Desde que era adolescente tenía tan grabada en la piel la música que no dudaba en cantar en cualquier evento regional donde pudiera dejar fluir sus canciones: a veces las acompañaba de su guitarra eléctrica y en otras ocasiones, se limitaba a rasgar su voz delante de aquel público que ya le conocía.

Con los años se percató de que la mayoría de las jóvenes promesas del pop que se hacían famosas ocultaban el color de su voz tras programas conocidos como auto tune, por lo que una desdeñosa rabia hacía arder su sangre con cada uno de los nuevos talentos que le cerraban puertas a su voz. Pero no fue otra que la famosísima Victoria Wells, una joven cantante italiana, la que le hacía perder por completo los estribos. Era cierto que no conocía a Vittoria D’Angelo, la mujer que estaba detrás de aquella figura musical que tanto enamoraba al público, pero no la soportaba.

Su primer viaje a Manhattan les hizo conocerse provocando en él una profunda desgana, mientras que ella sentía curiosidad por el solitario roquero de voz aterciopelada. Algo le decía que tras aquella mirada juiciosa había mucho más que un chico gruñón que maldecía la vida de los famosos.

El tiempo les dio la oportunidad de coincidir en más de un trabajo musical. Estar al lado de Vittoria le hacía fruncir el ceño, pero a la vez deshacía el enorme nudo de su pecho. Siempre la veía luchar por darlo todo en el escenario y no comprendía ese afán de utilizar programas o playback en eventos donde sus propios fans deseaban disfrutar de su talento musical.

El odio que sentía Dixon por ella pasó a un segundo plano cuando contempló sus manías a la hora de levantarse, sus ganas de cocinar de madrugada, o su deseo de caminar descalza por las terrazas de los hoteles. Sabía que debía parar, que no podía aferrarse a una mentira por más que le estuviese haciendo conocido. Por lo que se debatió entre el corazón y su soberbia por quitarla de su camino. Ahora conocía su secreto: Vittoria padecía una enfermedad en la garganta que provocaba que perdiera la voz por completo.

Y, cuando lo supo, no dudó en exponerla mandándola a aquel doloroso silencio que ella tanto odiaba.

Dolido y enfadado consigo mismo, prefirió ataviarse su mejor máscara de imbécil para volver a Londres: ahora que ella estaba fuera de juego, podría tener lo que siempre había deseado, ¿no era así? ¿Por qué se sentía culpable y la echaba de menos?

Serie Completa Darling de Mar Poldark :

  1. Cariño, este no es nuestro cuento
  2. Cariño, estoy repleta de cicatrices
  3. Cariño, soy tu debilidad más dulce
  4. Cariño, soy más que una estrella


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