Arturo nunca se atrevió a dar el paso.
Pero siempre supo lo que quería.
Hombres. Y lo que no quería.
Mujeres. Pero era incapaz de hacerlo.
No en la vida real. Vivía reprimido.
Solo. Y su homosexualidad… oculta.
Solo visible en el chat. Durante años.
Hasta que le conoció a él. Vicente.
Vicente era todo lo que él podía desear.
Dominante. Rico. Modelo. Experimentado…
O eso decía. Pero… ¿y si no?
¿Porqué se iba a interesar Vicente por él?
Debía ser un impostor. O no.
Vicente le convenció para quedar.
En la vida real. En un bar.
Y aún aterrado… Arturo aceptó.
¿Y entonces, qué?
Deja una respuesta