La dama de fuego (Pasión escocesa nº 3) de Mita Marco

Si hay una palabra que define lo que Isla Murray siente por Kenneth MacLean, es odio. Atrás quedó ese enamoramiento estúpido de cuando era una jovencita. Se acabaron los intentos por llamar su atención, sus infructuosas discusiones para que el primo de Seelie se fije en ella y sus lágrimas de frustración, al darse cuenta de que solo la ve como a una niña.
Ya es toda una dama, y que él esté de vuelta en Blair Atholl le resulta indiferente, por mucho que su corazón se acelere al tenerlo cerca.

Kenneth tiene su vida planeada. Va a desposarse con una joven hermosa, es un hombre respetado y querido por los miembros de su clan, y su alrededor está en orden, tal y como a él le gusta.
No obstante, todo da un giro inesperado en una de sus visitas al castillo de Blair. La niña belicosa que no lo dejaba en paz en el pasado, se ha convertido en una preciosa beldad. En una mujer misteriosa, sensual y tan atrayente, que se ve catapultado hacia ella de una forma inevitable.