Acababa de apuntarme al gimnasio.
Como todas. En Enero.
Propósitos de año nuevo.
Y bajar la comida de navidad.
Y ahí estaba él. Daniel.
El tío más ciclado de todo el gimnasio.
Y mi profesor particular.
Ir al gimnasio me estaba subiendo la tensión.
Pero a él le estaba subiendo otra cosa.
Y pronto iba a enseñármela.
Porque sus músculos ya los había visto.
Todos.
Deja una respuesta