Material Maduro 8 de L. Jellyka pdf
Material Maduro 8 de L. Jellyka pdf descargar gratis leer online
Este libro esta centrado únicamente en historias de mi saga ¨El Señor¨, donde se demuestra que vale mas la experiencia que solo la juventud.
Incluye 9 historias.
[accordions]
[accordion title=»LJellyka»]Material Maduro 8[/accordion]
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¿Qué es un tutor?
Persona que se encarga de la tutela de una persona, en especial la nombrada para encargarse de los bienes o de una persona con incapacidad mental y para representarlos en los actos jurídicos, a esta persona se le denomina tutorado o tutorada, un tutor o tutora puede ser cualquier persona.
Ejemplo: «los padres podrán en testamento o documento público notarial nombran un tutor; los sujetos a tutela deben respeto y obediencia al tutor»
Mi novio
Ya llevo 3 meses con mi novio Luis, conozco a sus tutores desde hace unas semanas que me presentó ante ellos. La primera vez que los conocí, fue en una comida en su casa. Sus tutores están divorciados, la señora Ale no ha de pasar de los 45 y su tutor Fer ha de estar pegándole a los 50 años.
Ese día fue algo normal, comimos, platicamos por un largo rato, haciéndome preguntas (no tan directamente) para saber a qué me dedico, conocer un poco de mi vida, ya saben, algo normal. Regresé a mi casa y me bañé y me dormí.
A la mañana siguiente que desperté. me di cuenta de que había tenido un sueño muy extraño, no sé porque pero soñé con el tutor de mi novio. En la tarde que vi a mi novio, no le dije nada, ni mencioné el tema.
Pasaron varios días y no volví a soñar con él. Pero como una semana después, volví a soñar con él. Pero esta vez no sólo se aparecía en mi sueño como un personaje secundario, no ahora platicábamos y me contaba de su divorcio, que se habían separado porque su esposa lo había cachado con otra mujer y que no iba a tolerar esa situación, y así estuvimos platicando en mi sueño hasta que me dijo que yo era muy bonita, fue ahí cuando me desperté.
Prendí la computadora para platicar con mi novio, y sonando muy chismosa le pregunté que por qué se habían separado sus tutores, él no me quiso contar al principio, pero le dije que no le diría a nadie, que era su novia y que podía confiar en mí. Así que me contó que un día su tutor llegó muy pero muy borracho a su casa y que su tutora se enojó mucho y que lo corrió por un tiempo de la casa. Pasó el tiempo y se reconciliaron, pero a los pocos días que volvieron, él regresó de nueva cuenta borracho, pero ahora, como la señora Ale sospechaba que la engañaban, revisó los bolsillos de su pantalón y encontró las envolturas de varios condones. No dijo nada ni le hizo nada a su esposo en ese momento, pero mandó a algunas de sus amigas para que vieran si era verdad que la engañaban, y efectivamente que engañaban a la pobre señora. Así que pidió el divorcio.
Y así pasó, yo no hice ningún comentario ni nada.
Un día Luis me invitó a su casa para que platicáramos, y si se daba la ocasión hiciéramos el amor. Él vive con su tutor así que ese día su tutor ahí estaba, iba llegando del trabajo y lo saludé normalmente y atentamente me saludo el también. Subimos a su cuarto a platicar y Luis empezó a darme besos en los brazos, subiendo al cuello y en la boca también, mientras acariciaba mis piernas. Ya estábamos entrando en calor y en eso que suena el teléfono, nos cortaron toda la inspiración. Era su tutora le dijo que si podía ir a llevarla a unos mandados. Luis se me quedó viendo y me dijo -perdoname pero esto no es mi culpa-.
Me pidió que si lo acompañaba, pero le dije que me sentiría muy incómoda de estar con su tutora después de lo que me había platicado. Se preguntarán por qué no le dije lo mismo de su tutor, y la respuesta es porque realmente no íbamos a interactuar mucho, eso pensaba jaja. Así que le dije que fuera y que yo lo esperaba, a lo que contestó que estaba bien si no iba, pero que tal vez regresaría hasta en la noche, en ese momento eran por ahí de las 6 o 6:30.
Entonces bajamos las escaleras para que me llevara a mi casa, pero el teléfono de nuevo, era su tutora y le decía que se apurara, estaba muy enojada, así que mejor le dije que se fuera y que yo le hablaba a mi tutora para que me recogiera. Nos despedimos y me dijo que me encerrara en su cuarto para evitar malentendidos con su tutor. Subió al carro y se fue.
Estaba muy molesta con esta situación, ya le tenía ganas a mi novio. Así que subí a su cuarto y estaba a punto de llamar a mi tutora cuando escuché la regadera prendida. Entre silenciosamente al cuarto de mi suegro, no había nadie en la habitación y la puerta del baño estaba abierta, no sé si lo hizo intencionalmente, me pegué a la pared y me asomé en el baño, no se veía nadie. Entré al baño y me dirigí directamente a la regadera. La puerta estaba entreabierta así que se podía ver muy poco, pero la excitación del momento era lo que más importaba. Escuchaba y sentía a mi corazón latir muy fuerte y rápido, asomé un poco más la cabeza y en eso voltea mi suegro y abre la puerta de la regadera, no dijo nada y yo no sabía que decir así que me fui corriendo de ahí directo al cuarto de mi novio. Hasta se me bajó la cachondes del susto.
En eso escuché que se acercaba al cuarto, yo quería desaparecer en ese momento y me dijo:
– Roxy no te han dicho que es de mala educación entrar sin tocar la puerta – lo dijo con una cara muy seria y después soltó una carcajada
– Es broma, no te sientas avergonzada por lo que hiciste, nadie lo sabrá. Ven vamos a la sala a platicar un rato en lo que llega Luis-
Bajamos a la sala, nos sentamos en el sillón. Yo no podía hablar seguía espantada. Me dijo:
-Vamos no seas tímida, enserio nadie lo sabrá-
-está bien- le respondí
– y dime a dónde fue Luis?-
– a casa de su tutora a llevarla a unos mandados-
– mmm ya veo, y que no van a venir por ti-
– sí, de hecho estaba a punto de llamar a mi tutora para que viniera por mi- le dije
– no te preocupes, aquí estarás bien, se te ofrece algo de tomar?-
– No gracias estoy bien – y fue cuando recordé que el señor toma mucho
– Con tu permiso me serviré algo, y te pido de favor que te quedes y me hagas compañía para platicar un rato-lo dijo en un tono muy amable, nada pervertido.
Así que me quedé ahí en la sala platicando con él. Me dijo que si me gustaba jugar cartas, le dije que sí. Me dijo que me iba a enseñar un juego muy sencillo y divertido. Ya me enseñó el juego y empezamos a jugar, después me dijo que te parece si lo hacemos un poco más interesante, el que pierda se toma un shot, acepté su juego, perdí solo 1 vez y él unas 2. Me dijo – que dices si lo hacemos aún más interesante- le dije que sí que aceptaba. Ahora en lugar de un shot sería quitarte una prenda, le dije que no podía hacer eso que él era el tutor de mi novio y no era lo correcto que me viera desnuda ni que yo lo viera desnudo. Así que irónicamente me contestó
-y a poco cuando entraste a mi baño no era tu intención verme?- me dijo
Quedé sin palabras. Le dije que jugaría pero que el juego terminaba cuando quedara uno de los dos en ropa interior. Aceptó y seguimos jugando. Estaba a una prenda de tener que quitarme la blusa, ya había perdido los tenis, los calcetines mi sudadera y prefería la blusa que quitarme el jeans. Perdí!! no quería quitarme nada y le dije que lo dejáramos así. Me contestó que sí, que estaba bien si lo dejábamos así, pero que le diría a Luis que tiene a una novia que le gusta espiar a las personas mientras se bañan. No tenía otra opción me quité la blusa. Seguimos jugando, él estaba totalmente desnudo y yo tenía que quitarme el bra.
Me lo quité lentamente y él se acercó a mí y me daba besos en el cuello. Me dijo al oído -Conozco un juego mucho más divertido que podemos jugar en mi cuarto- Esas palabras me mataron, empecé a relajarme y dejarme llevar por el momento. Le dije que cuales eran las reglas del juego y me dijo que relajarse y quitarse la ropa. Accedí a quitarme la tanga, nos besamos en el sillón rozando nuestros cuerpos, sentía como su polla se iba poniendo erecta, comencé a descender por su cuerpo con mis manos y le acaricié los huevos. Se veía que no cogía por lo menos desde hace una semana, porque su pelo púbico estaba un poco largo y sus huevos estaban grandes como 2 bolas de billar.
Estuve acariciándole los huevos mientras nos besábamos, su polla cada vez se sentía más dura. Nos paramos los dos, él se acomodó (sentado en el sillón) yo me hinqué y agarró mi cabeza dirigiéndola hacia su verga. No había visto su verga, solo la había sentido, entonces comencé a verla antes de empezar a mamarla, era como de unos 16 cm de largo pero de ancho era lo mejor, nunca había visto una tan ancha, estaba totalmente erecta, se le notaban las venas salidas y como ya dije los huevos eran como 2 bolas de billar.
Empecé mi trabajo chupando sus huevos, tenía un sabor muy rico, como que se había puesto algo mientras se bañaba. Continue con los huevos mientras jalaba rápido su pene. Con la legua recorrí todo su pene desde los huevos a la cabeza. Cabe destacar que está circuncidado así que la cabeza está a simple vista. Lamí todo el pene de arriba a abajo, siguiendo por la cabeza, fue un esfuerzo muy importante el que hice para meter a su cabezón amigo a mi boca. Seguí de la cabeza a hacerle un profundo y así estuve como 5 veces seguidas, saqué la boca para seguir masturbándole y le escupía a su polla. Sentí que se quería parar así que me aparté un poco, me levantó me besó y me dijo -es mi turno-
Me puso con las manos y las rodillas en el sillón, empezó a lamer mi pucha y metía sus dedos en ella. Continuó haciéndolo y en eso sentí que me empezaba a rozar con su pene la vagina. Intentaba meterlo completamente, comenzó con la punta y la sacó, volvió a hacer lo mismo pero ahora un poco más y la volvió a sacar, así estuvo hasta que me la metió completa, solo sentía como se abría mi vagina, nunca había entrado algo tan ancho como eso. Empezó lentamente a penetrarme, después un poco más rápido y más y más. Yo no aguantaba resistirme, así que comencé a gritar de placer, mis gritos los podía escuchar los vecinos pero no me importaba, estaba muy a gusto con esa cosa dentro de mí. Paró por un momento, me recostó sobre el sillón, se acercó a mí, metió su pene en mi vagina otra vez, me cargó y subimos a su cuarto. Ese trayecto de la sala a su cuarto fue lo que más me gustó, al subir las escaleras sentía como salía un poco el pene y se metía hasta el fondo, le dije que subiera más rápido y así lo hizo, me sentía como en vibrador.
Llegamos a su cuarto me recostó en la cama sacó su pene y se fue al baño. No sabía que pasaba hasta así que me levanté de la cama y salió del baño con un condón en mano diciéndome – de aquí tú no te vas hasta que termine, y para evitarnos problemas los 2 mejor me pongo condón- me dijo – pero rápido- le dije.
Me volvió a poner de perrita pero esta vez con más confianza lo metía y lo sacaba rapidísimo, ese si es hombre. Me quité y mamé su polla, pero ahora tenía condón, le dije que se acostara. Se acostó y me puse cara a cara con él. Me abrazó fuerte y yo metí su polla de nueva cuenta dentro de mí. Seguía abrazándome y metiéndola fuerte y rápido, nos besamos y acariciamos. Empezó a chupar mis pezones duros y a morderlos. Retiré sus brazos de mi para que ahora yo hiciera en esfuerzo. Seguimos en la misma posición pero en lugar de yo estar acostada sobre él me senté en su polla y comencé a subir y a bajar. Tomó mis manos para que me pusiera en cuclillas y lo hiciera más rápido. Nos decíamos cosas lindas y atrevidas, gritaba de la emoción y satisfacción que tenía en ese momento. El respiraba muy fuerte.
Giré, dándole la espalda me eché un poco para atrás y él tomó mi espalda, seguí metiéndola y sacándola rápido. Me dijo que me levantara me acostó al filo de la cama, hecho mis dos piernas hacia la derecha, me tomó con una mano de las piernas y con otra del culo y empezó a meterla muy rápido y hasta el fondo, ya llevábamos más de 30 minutos haciendo el amor, vaya que aguantaba, este si era un verdadero hombre y claro que tenía experiencia.
Tomó mi pierna izquierda y la hecho hacia la izquierda, quedando yo totalmente abierta y entregada a él. Volvió a meterla y sacarla, pero esta vez fue la más rápida, duró como unos 2 minutos a máxima velocidad y me dijo que ya le venía que donde la quería. le dije que en la cara. Sacó su pollón se quitó el condón y comenzó a masturbarse. Yo abrí mi boca esperando mi premio. Le ayudé un poco frotando y lamiendo sus huevos en eso hizo un sonido raro de esfuerzo, sabía que ya se venía. Abrí mi boca y saque la lengua, sentía como salía su leche, casi me cae en el ojo, me la echo en toda la cara y en la boca, era muchísima, continuaba jalándosela para sacarlo todo, yo por mi parte lo saboree y lo tragué para mamarle la cabeza y comerme lo poco que le salía al final.
Los dos terminamos exhaustos pero muy satisfechos. Me dijo que si quería me podía bañar, le dije que estaba bien, ya que se darían cuenta de que olía y tenía semen en la cara. Nos metimos a la regadera juntos donde simplemente nos besamos y acariciamos.
Me vestí le llamé a mi tutora y a la hora de irme me robó un beso de la boca y tiernamente me dijo:
-Espero que vuelvas pronto-
-Claro que volveré- le dije
-Sabes que cuando quieras puedes venir a jugar conmigo, te puedo enseñar nuevas reglas- me dijo Fer
-Es más la semana entrante volveré, solo dime cuando no está Luis para que no haya inconveniente-
-Claro que si yo te aviso- dijo ansioso por decirme cuando otra vez
Pasaron como 2 semanas para que se pudiera repetir ese momento de pasión entre mi suegro y yo.
Durante el tiempo que pasó después de esa aventura, tengo que confesar que me he sentido un tanto incómoda cuando estoy junto a mi novio y a mi suegro al mismo tiempo. Siento muy raro el verlos juntos, porque mi novio no sabe que lo engañé, y con su propio tutor. Por otro lado mi suegro me trata de lo más normal, pero cuando no está mi novio aprovecha el momento para comportarse de una manera totalmente diferente.
Debo confesar que quiero mucho a mi novio Luis, pero su tutor tiene algo que me atrae mucho a él. Con el tiempo me he ido enamorando mucho de Luis pero, como todos los novios, hemos tenido nuestras peleas.
Mucho de eso se debe a que él sospecha que lo engaño, pero no está un 100% seguro. Dice que ya no quiero salir con él, que a veces cuando me habla no contesto o estoy muy ocupada para él, eso lo molestó mucho, la verdad es muy celoso. Pero esas sospechas, están erróneas, él cree que es con uno de sus amigos que le decimos Chino, que es mi mejor amigo. Según Luis, Chino está coqueteando conmigo, que es algo cierto, pero también dice que salgo con él y que por su culpa ya no salgo ni hablo con Luis.
Obviamente está en un error, porque yo no tengo ni quiero nada con Chino. Pero de que lo he engañado, lo he engañado.
Del otro lado de la moneda, su tutor seguido me habla por teléfono o me manda mensajes o mails. Muy lindos, también la confianza y la relación con mi suegro ha sido cada vez mejor. Platico mucho con él, casi más que con Luis. Hemos salido a comer juntos los 3 en varias ocasiones, y otras muchas hemos salido con Luis y yo, pero también yo con su tutor Fer.
Y así pasó, Luis se enojó y me dijo que nos diéramos un pequeño tiempo, para aclarar las cosas, cabe destacar que no cortamos ni nada por el estilo, solo nos dimos un tiempo. Dijimos que por lo menos una semana. Y los dos estuvimos de acuerdo.
Esa semana fue muy activa. Mi suegro me habló por teléfono y me preguntó:
Hoy vas a venir a visitarnos?
No creo
y eso ¿Por qué?
Es que tu tutorado Luis y yo discutimos de cosas que están pasando entre nosotros, y decidimos darnos un tiempo
Uy, que mal. Y se puede saber ¿Por qué discutieron?
Mmmm….bueno es que…. esque….. Luis sospecha que lo engaño
¿Cómo? él sabe lo que pasó entre nosotros
No, para nada. Luis cree que lo estoy engañando con un amigo
Menos mal que no sabe. Yo también siento que sospecha algo de mí. Pero la que sí está al pendiente de las cosas que hago es mi esposa
Ósea, ¿ella ya sabe?
No, pero si me habla por teléfono seguido, y el otro día me dijo que una de sus amigas me vio contigo comiendo en un Restaurant
Ay no! y ¿Qué más te dijo?
Me preguntó que por qué estábamos comiendo juntos. Le dije que estábamos Luis, tú y yo, pero que Luis se había ido…..
Y así pasó, eso fue el Lunes, si no mal recuerdo.
El martes en la mañana recibí un mensaje. Era de Luis. Decía que quería pasar un tiempo juntos. Le dije que me gustaría, que si quería nos íbamos a mi casa que tengo para pasar las vacaciones. Rápido me contestó que estaba bien. Le dije que necesitábamos alguien que nos llevara, me contestó que su tutor nos podía llevar, que no había ningún problema que él nos acompañara. Le dije que no, que para nada, pero que le avisara.
Entonces, yo le marqué a mi suegro, invitándolo a que pasáramos unos días él, su tutorado y yo en mi casa de campo. Me dijo que vería, porque tenía unas citas. Pasaron unas horas hasta que me dijo que estaba bien, que Luis le acababa de comentar que si los podía llevar. Que ya había cancelado las citas, porque necesitaba un buen descanso.
Después me llegó otro mensaje, era de Luis en donde me decía que su tutor nos iba a llevar y también me preguntó que si ya no estaba enojada. Eso me molestó mucho así que le hablé y le dije:
Luis, no puede ser que seas tan sínico, que me preguntes que si ya no estoy enojada.
Pero por qué me hablas tan enojada?
No te hagas, yo nunca estuve enojada contigo, tú fuiste el que se enojó, y dijo que nos diéramos un tiempo
Sabes que, si te vas a poner en ese plan, mejor no voy
Luis no empieces otra vez, sabes que si no quieres ir no vayas!
Bien, adiós!
Lamentablemente así pasó, peleamos. No tenía ganas de ir, solamente pensaba en Luis y en la pelea que habíamos tenido. Así que le hablé a mi suegro Fer, para decirle que se cancelaba. Le hablé y le dije que no estaba de humor para ir, me dijo que por qué. Le expliqué todo y me dijo
-pero ya cancelé citas y en realidad tengo ganas de relajarme, aunque sea hay que ir un día- . Le dije que estaba bien que nos fuéramos y regresáramos el mismo día.
En la noche preparé mi maleta. Al día siguiente Fer pasó a mi casa para recogerme y que nos fuéramos. Fueron como 4 horas de viaje. Platicamos durante el camino de cosas X.
Llegamos, y desempacamos. Le mostré su cuarto y yo me fui a otro. Cada quien se fue a su cuarto para ponerse el traje de baño, ya que hay alberca ahí. Me puse mi bikini y encima una blusa y unos shorts. Bajé a la alberca, Fer ya estaba adentro. Le pregunté que si no quería algo de tomar, me dijo que estaba bien.
Yo me senté y me dijo que si no me iba a meter, le dije que sí. Me quité la blusa y noté como Fer se me quedaba viendo, recorría cada rincón de mi cuerpo con sus ojos. Después me quité el short, sus ojos se abrieron aún más. Me metí a la alberca y empezamos a platicar
y a nadar un poco. En ese momento, no sé porque, pero me dieron ganas de ir a la cama otra vez con él, no lo hice en ese momento, ni siquiera tuvimos mucho contacto dentro de la alberca. Tal vez sentía ganas porque hacía mucho que no lo hacía, ya que Luis está muy ocupado.
Después salimos de la alberca y nos dirigimos a los reposets. Le dije que quería broncearme que si me ayudaba a ponerme bronceador. Me acosté boca abajo, desamarró la parte de atrás de mi bikini y empezó a ponerme bronceador. Empezó por la espalda alta y luego fue bajando más y más. Siguió con las piernas. En eso como que quiso agarrar mis pompis, las tocó un poco y siguió con las piernas. Creo que le gustan mucho mis piernas porque estuvo mucho tiempo ahí. Me voltee boca arriba para que me pusiera el bronceador y empezó por los pies, lentamente fue subiendo más y más, llegó al punto en que su cuerpo estaba encima del mío y en eso nuestras bocas estaban tan juntas que me robó un beso.
Nos besamos por un largo tiempo, vaya que besa bien. Empezamos a ponerlos calientes los dos así que yo le acariciaba la espalda y él puso una mano en mi espalda y otra en mis pompis. Seguimos así y en eso sentí un bulto debajo de su traje. Al parecer estaba muy excitado, tanto como yo. Al oído me decía que quería hacerme el amor, yo solo afirmaba con la cabeza.
Paramos de besarnos, me levanté y lo acosté boca arriba. Comencé a besarlo por la mejilla fui bajando al pecho, su pansa y en eso con mis dos manos tomé del resorte de su traje y lentamente comencé a bajarlo. Era majestuoso ver ese miembro. Como era grande y gordo, completamente erecto. Yo solo lo apreciaba mientras le quitaba por completo su traje.
Seguía observando esa belleza, tenía su pelo recién rasurado (supongo que sospechaba que me iba a conquistar y llevar a la cama) y sus bolas eran grandes. No pude resistir más y con mi mano derecha lo toqué. Lo apreté y estaba durísimo. Le dije que si le gustaría que lo metiera en mi boca, me contestó que le encantaría ver eso.
Con mi mano apretando su pene empecé a masturbarlo lento y con la otra mano tomaba de sus testículos. De repente sentí su mano en mi cabeza como indicándome que hacer. Yo me incliné y con la lengua empecé lamiéndolo. Lo lamía de abajo hacia arriba, iba bajando dirigiéndome a sus testículos y subiendo hacia su cabezota. Lo lamía y lo lamía. Metí mi boca en su cabeza y la sacaba para lamerle. En eso escuchamos un ruido, como si alguien de los vecinos estuviera cerca de ahí. Le dije que prefería hacerlo adentro, el aceptó.
Para no perder la emoción de ese momento, me levanté, esperé a que él se parara y lo tomé de su polla con mi mano. Yo iba por delante jalándolo de su polla. Entramos a la sala, nos acomodamos en un sillón, él se sentó y yo me hinqué frente él.
Seguí con lo que hacía, le lamía el pene y metía su cabeza en mi boca. Mientras lo hacía lo miraba, estaba completamente excitado, solo hacía la cabeza hacía atrás y con los ojos cerrados. No quería perder ese momento de pasión y comencé a meter en mi boca su pene más profundo. Lo metía y lo sacaba….
Saqué la boca para masturbarlo un poco.
Hizo un movimiento, así que paré unos segundos, se acostó y me tomó de la cintura, guiándome a acostarme encima de él. Me puse encima e hicimos un 69. Sentía su lengua moviéndose rápido lamiendo mi vagina. Me gustaba mucho como se sentía. Yo para devolverle el favor le chupaba su miembro. Parecía encantarle, no paraba, su lengua se movía rápidamente.
En eso me dijo:
Hagámoslo de una vez!
Tú dime cuando y yo empiezo
Ahora mismo, quiero hacerte mío
Ya soy toda tuya
Se levantó y le pregunté que a dónde iba? me dijo que por un condón, no sé porque pero estaba tan excitada que le dije que no se pudiera condón que me gustaría hacerlo con él sin condón. Al parecer se sorprendió por mi propuesta, pero su cara se iluminó y corrió hacia mí.
Me puse en cuatro puntos sobre el sillón, echó un poco de saliva en mi vagina y antes de meter su pene me preguntó – ¿Estás segura que quieres hacerlo?- a lo que contesté que sí. Ahora sí, metió su pene en mi vagina, yo sentía como su miembro abría mi vagina, iba entrando lentamente, pero eso sí, completamente hasta adentro, tenía toda su polla dentro de mí, me sentía en las nubes. Sacó su pene y lo volvió a meter hasta adentro muy lentamente, lo repitió como 10 veces.
Yo gemía de gusto y placer que me daba tener ese gran pene dentro de mí, mientras él me decía que si me gustaba, obviamente le contestaba que sí. Estaba que no aguantaba de excitada, nunca en mi vida había sentido tal grado de placer. Yo le decía que me encantaba y gemía, hasta que le dije que la metiera más rápido.
No lo dudo ni un segundo, y empezó a meterla y sacarla muy rápido, él también estaba muy excitado y no decía nada, solo se escuchaba su respiración y estaba concentrado en lo que hacía. Yo por mi parte le decía que la metiera más adentro. Parecía que yo lo dominaba a él porque hacía todo lo que le decía.
Sacó su pene se arrodilló y empezó a lamerme de nuevo….
Me acosté boca arriba, el seguía lamiendo….después metió de nueva cuenta su pene, me abrazó y me cargó. Parecía que mi dominio ya lo había controlado y ahora Fer era quien controlaba todo. Me dejó caer en el sillón, se acomodó y volvió a metérmela.
Me levanté y le dije que lo hiciéramos afuera. Ya no pensaba en lo que hacía y decía, sólo buscaba excitarme como nunca en la vida me había excitado. Salimos, se acostó en el reposet, yo me puse encima de él y me senté encima de su polla, con mi mano la dirigí a mi vagina, y apenas iba entrando cuando él ya empezaba a meterla hasta el fondo.
Me acosté encima, ya que era dominada y él era el que se movía rápidamente. Empezó a ir un poco más lento, así que me levanté un poco, puse mis pies en el reposet nos tomamos de las manos y yo empezaba a ir arriba y abajo. Lo hice hasta que se recuperara para volverme a dominar.
Se levantó no sé porque, me cargó y me llevó a una mesa, me puso boca arriba de esta y volvió a meter su polla, ahora si la metió como nunca, hasta adentro y muy rápido se movía, parecía que se iba a venir, lo hacía muy muy rápido, yo por mi parte no aguantaba y gritaba fuertísimo, ya no nos importaba que nos vieran haciendo el amor, lo único que nos importaba era llegar hasta nuestro punto máximo, yo lo veía sudando muy excitado, concentrado, pero disfrutándolo. No hablaba para nada hasta que…..
…..
….. Me dijo que ya no iba a aguantar, que se correría dentro de mí, yo no dije nada, no podía ni hablar.
Y, de repente……..sentía caliente en mi vagina, no paraba, sabía que era su semen, salía a chorros y muy caliente, fue la gota que derramó el vaso, llegué a mi máximo punto de excitación, sacó su pene y de mi vagina escurría su semen.
Yo estaba exhausta, sudando pero más que satisfecha, no me importaba que escurriera el semen dentro de mí, me quedé tirada en la mesa, mientras que Fer se sentó un rato. No nos hablamos en un rato, tratábamos de recuperarnos, él estaba mucho más cansado así que me levanté y me dirigí hacia él, lo tomé de la mano sin decirle nada y nos dirigimos a la alberca.
Pasaron las horas, y ya en la noche que fuimos a acostarnos platicamos de lo sucedido y fue cuando me di cuenta de lo que había hecho. Estaba muy nerviosa de saber qué es lo que sucedería, Fer me veía nerviosa y me abrazaba sin decirme nada, al parecer él también estaba nervioso……
Una semana atareada
Era una semana bastante atareada como pocas veces, no pare de hacer tramites todos los días, y ese viernes no era la excepción. Me encontraba en la fila para pagar unos impuestos en el banco, era un día soleado y a las 11 ya se hacía sentir el calor, llegaba puesto un shortcito blanco, unas sandalias bajas y una musculosa negra que del calor comenzaba a pegarse en mi espalda. Hacía más de quince días que no cogía, por esos días Jerónimo dejo de verme ya que su mujer comenzaba a tener sospechas, lo que a mí me ponía loca ya que no soportaba estar tanto tiempo sin una buena chota dentro de mí.
En la fila se encontraban hombres de todas las edades en especial viejos, los miraba a todos con detención, uno era gordo y usaba una camisa a cuadros que a penas cubría su área abdominal; unos pasos más adelante había un señor de traje, se notaba su higiene y elegancia estaba hablando por celular; por último, detrás mío había un tipo de alrededor de los 60 años, tenía una camisa celeste y un pantalón gris que pasaba la altura de su cadera, se veía poco cabellos en esa cabeza próxima a la calvicie. Cuando di vuelta a observarlo vi como una sonrisa de dibujo en su rostro, tratando de disimular que antes estaba mirándome el culo.
Me sentía acalorada, y el mojado que persistió en toda la mañana comenzaba a calentarme, sentía terrible ganas de entrar en un baño público y hacerme una muy buena paja, aunque a esas alturas ya no me satisfacía, solo una pija venosa y dura como las que me gustaban podían calmar la hembra en celo que me había convertido.
Luego de un rato vi que el hombre que estaba detrás mío salió de la fila y fue hasta la mesa de entrada. Cuando lo vi caminar hacia la fila , recordé porque me calentaban los viejos, en su pantalón ajustado por el cinto que llevaba puesto, no pude evitar clavar mi mirada en sus huevos, resaltaban significativamente, un escalofrió recorrió mi cuerpo al imaginar a aquel viejo parado frente mío y yo chupándoselos como una puta.
Cuando se dio cuenta de eso, me miro y se mandó la mano dentro del pantalón en un gesto de hombría. Cuando se volvió a colocar detrás mío intento comenzar a tener una conversación:
Hombre: dijeron que se había caído el sistema, que ahora va a ser más rápido.
Yo: (dándome vuelta) ah sí? Bueno mejor que usted fue a preguntar entonces..
Hombre: es que ya estoy acostumbrado a los tramites, un hombre separado debe saber a la fuerza.
Yo: Uuh, claro tiene razón..
Durante la espera comenzó hablarme de su vida, que se llamaba Ernesto que se había separado sin volver a estar con nadie más, que vivía con sus tutorados pero él se hacía cargo de la casa. Entre la charla me decía que era muy bella, y que a una señorita tan linda no la dejaría que ande sola por la calle. Cada vez se acercaba más a mí, comencé a sentir su aliento a viejo su perfume a macho, de esos fuertes que te hipnotizan.
La fila empezó a moverse hasta que pudimos entrar adentro del banco, estaba las tiras de elástico que separan las filas por el cual dejaba un mínimo espacio para que la gente pase. Sentía como de a poco Ernesto empezaba a rozarme el culo, al principio no voltee tratando de disimular, pero cada vez me rozaba apretándome más en un instinto de puta estire mi culo más atrás casi rogándole que siga haciéndolo. Luego de unos minutos, nos atendieron a ambos aunque él tuvo más suerte y logro salir antes que yo, la chica que me atendía a mí se notaba que era nueva y necesitaba que el supervisor revise cada cosa que ingresaba en la computadora.
Pasados unos minutos logré salir del banco, no pude despedir de Ernesto y lo lamentaba muchísimo. Cuando estaba guardando los papeles en la cartera siento que alguien me silva de la vereda del frente. Levanto la mirada y era Ernesto que me llamaba, no pude disimular mi cara de satisfacción al verlo ahí esperándome.
Cruze para su vereda y vi que se acercó a mí,
Ernesto: Me preguntaba si querías y tenés tiempo de ir a tomar un café.
Yo si bien tenía que llevar esos papeles, podían esperar. Acepte con gusto su invitación y me deje llevar a donde el quería. Me propuso ir a un barcito que estaba por isidro casanova, yo conocía varios por ahí. El barcito estaba medio escondido entre una parrilla que estaba al lado, cuando entramos se veía la suciedad del lugar, puchos tirados en el suelo, botellas vacías en las mesas, las mesas mojadas de todas formas nos sentamos en una mesa para dos que estaba frente a una ventana que corría el aire. Cuando llego el mozo a la mesa, Ernesto pidió un cortado y yo una gaseosa. El mozo cuando nos vio a los dos, se quedó sorprendido seguramente habrá pensado de donde saco a una pendeja, me sentí un poco atorranta en esa situación era una puta cualquier acompañando a un viejo sin gracia alguna.
Cuando estábamos tomando las bebidas, Ernesto coloca su mano en mi pierna y dice:
Ernesto: Y tenés que hacer algo a la tarde bombón?
Ahora me estaba llamando bombón, el viejo comenzaba a entrar en confianza.
Yo: Debería, pero no se depende que me proponga.. (acercándome a su cara)
El viejo me tomo de las mejillas, y me introdujo la lengua hasta la garganta casi. Ese aliento tan asqueroso solo hacia excitarme aún más. Sin perjuicio alguno me mando una mano en la teta y empezó a manosearme, sentía como iba entregándome en las garras de ese macho sin resistencia. Intente poner mi mano en su pija, pero el la separo. Me acerqué a su oído y dije,
Yo: me llevas al telo? (Pasándole la lengua por los labios)
Más que una pregunta fue un ruego provocaba por mi conchita completamente mojada, mando su mano en mi orto empujándome hacia el borde de la silla.
Ante eso viendo que el mozo no estaba en la vista, me arrodille en el suelo quedando debajo de la mesa y entre las piernas de aquel viejo. Separe sus piernas y baje suavemente la bragueta mientras lo miraba desafiantemente, se asomó una pija con una cabeza bastante grande para el resto del tronco, y un poco flácida. Largue bastante saliva haciendo que caiga hasta en el suelo, envolví la punta con mi lengua haciéndole fricción en cada movimiento. Con mi mano empecé a manosearle los huevos por sobre el pantalón, eran tan grandes que ya no veía la hora de devorarlos. Recorría con mis labios su pija saboreando esa oleada que emanaba de chota sucia, pero a mí me encantaba. Su rostro empezaba a desfigurarse y su pija iba de a poco cobrando tamaño dentro de mi boca.
Apretaba fuerte la parte media que sabía que lo iba a enloquecer, con la otra mano pajeaba la base dándole calor con mi aliento. El viejo estaba que explotaba de la calentura y yo que adoraba chupar pijas no me importaba estar haciéndoselo toda la tarde, pero mi conchita estaba más necesitada.
Cuando entre en razón, estaba arrodillada en ese piso asqueroso, lleno de tierra y con olor a cerveza. Me levanté sutilmente del suelo y con un gesto de seducción cerré nuevamente su bragueta.
Ernesto: (tomándome de la cintura) rubia esa boquita que bien sabe chuparla..
Yo: (pasándome la lengua por los labios) y eso que solo fue una entradita..
Dejo en la mesa la plata de las bebidas y sin hacer más, salimos del bar. Cuando estábamos en la esquina le dije que a dos cuadras se encontraba un buen telo, a lo que él me sorprendió diciendo:
Ernesto: Ya se.. no sos la primera puta que me cojo ahí..
Eso me puso a mil, un viejo de esa edad siendo tan lanzado me dejaba a punto para ser cogida como a el más le guste.
Cuando llegamos al telo no espero mucho, abrió la puerta de la habitación y se tiro arriba mío, comenzó sacándome la musculosa y manoseándome los pechos, levante un poco la cabeza y largue abundante saliva, sentía sus labios en mis pezones apretándolos fuertes mientras su lengua ensalivaba toda mi piel. Su mano fue bajando hasta mi shortcito desprendió el botón de un estirón y metió su mano completa en mi conchita, comenzó a rozarla y fregarse sobre mí. Automáticamente su dedo se envolvió del flujo que me iba bajando lo saco y me lo mando en la boca al mismo tiempo que largo sobre mi lengua un hilo largo de saliva caliente. Saboree como nunca eso, succionaba su dedo como si fuera su chota y el apretaba sus labios. Se paro frente mío quedando yo abajo de él, en una posición de virilidad absoluta que a los hombres les encantaban. Se saco los pantalones tirándolos en el suelo, mientras me sacudía su chota en mi cara,
Ernesto: Queres esto no putita??? Se te hace agua la boca una pedazo de pija atorranta.
Yo: mmmm (lamiendo el tronco) uuffff siii dame toda tu chotaa..!!
Se la aprisioné con una mano, endureciéndose en una forma por demás fascinante. Me la metí en la boca de inmediato, dispuesta a chupársela con todas mis ganas. La saliva caía en mi cuello, al mismo tiempo que apretaba fuerte su vena queriendo hacerla estallar,
Ernesto: Ahhhhhh… esa boquita puta…!
Succionaba con todas las fuerzas, mientras inclinaba la nuca para que me penetrara mejor en la boca, tragaba saliva para introducirla más y lo poco que quedaba afuera recibía una paja furiosa de mis manos. Ahí estaban.. esos huevos tan deseados por mí, me los metí en la boca haciéndolos recorrer todo mi interior, eran peludos pero llenos de la leche que me iban a llegar a mi orgasmo tan esperado.
Ernesto: Ayyyyyy que petera que sos por favoooorrr!!
Sacaba mi lengua y la moví de arriba abajo calentando su piel, y cuando podía daba pequeños mordiscones para que gritara del dolor.
Me aparté de su lado y él se recostó en la cama, ahí parada sobre el me desprendí del corpiño y del shorcito, cuando observo que no llevaba puesta tanguita, dijo:
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