No se supone: Roberta de Claudia A. Pérez R.
Es una mujer madura, independiente, “responsable” y sus prioridades en la vida distan del “Se casaron, y vivieron felices para siempre”. Ahora se permite hacer cosas que años atrás no haría ni de broma; como el sexo en la primera cita.
Claro que ha dejado de hacer otras; irse de parranda tres días seguidos, ni de broma…
Le advirtieron que al llegar a los treintas, tendría que comenzar a usar cremas antiarrugas, su metabolismo se alentaría, la resaca duraría dos días, y tendría que lidiar con el terrible «señora», pero nadie le advirtió que un Pollito, le erizaría la piel…
Ella es Roberta, acompáñala en esta divertida y “madura” historia.
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