Capítulo 1 Reencarnación

• La mansión de la familia Luo estaba iluminada en pleno verano.
• La embarazada Hua Shengan estaba tumbada en el suelo con sangre por todo el cuerpo. Acababa de ser golpeada por un grupo de personas con varas. El dolor era insoportable mientras sentía que el niño en su vientre se desprendía poco a poco de su cuerpo.
• ¡Yiii!
• Se retorció y maldijo al hombre y a la mujer que estaban de pie no muy lejos de ella:
• —¡Váyanse al infierno!
• La mujer se acercó a ella y se puso en cuclillas.
• —No sabemos si vamos a ir al infierno o no, pero seguro que hoy morirás. Por el lado bueno, hermana, puedes estar segura de que Luo Tian recordará el sacrificio que hiciste por él. En cuanto a los ancianos, papá ha sido informado de lo que va a pasar hoy. Ya ha elegido un cementerio para ti, así que alégrate por esta atención especial que te ha dado.
• En realidad, ya no estaba sorprendida. La familia Hua haría cualquier cosa para arrebatarle la herencia que le había dejado su abuelo. ¿Pero por qué? ¿Por qué Luo Tian la traicionó y estuvo con Hua Ranran?
• Ella no había sido más que amable con él e incluso le había ayudado a ser promovido al puesto más reciente. Además de darle innumerables proyectos y oportunidades nuevas, también confiaba en él de todo corazón y lo amaba como a nadie.
• Sin embargo, ¡él le pagó de una manera tan despreciable! ¡Incluso fue despiadado con su propia carne y sangre!
• —¡Argh! —Hua Shengan se estaba volviendo loca. Utilizó la fuerza que le quedaba y se abalanzó sobre Hua Ranran que estaba a su lado, luego, tomó un palillo y se lo clavó en el ojo.
• —¿No es suficiente con que me hagas la vida tan miserable? ¿Ahora también quieres quitarme a mi hijo? ¡Te voy a matar! —rugió antes de golpear en repetidas ocasiones la cara de Hua Ranran con el palillo.
• Los intensos gritos resonaron en la silenciosa noche. Su sangre se mezcló como una sola y fluyó hacia el suelo como un río.
• —¡Ranran! —Luo Tian por fin recobró el sentido y apartó de una patada a Hua Shengan mientras tiraba de Hua Ranran en sus brazos. Pero desafortunadamente, su cara había sido por completo destrozada.
• —¡Si nos encontramos de nuevo en la próxima vida, los despellejaré a los dos y los enviaré al infierno!
• —¡Perr*! —gritó antes de apuñalar a Hua Shengan en el abdomen con un cuchillo. Mientras la sangre salpicaba por todas partes, la luz de sus ojos se apagó poco a poco.
• Maldita sea, se sentía como si la hubiera atropellado un auto. Hua Shengan se despertó de la pesadilla con una sacudida, estaba cubierta con capas de edredones y su cuerpo estaba cubierto de sudor frío.
• Le entró el pánico mientras miraba a su alrededor, en un entorno que le resultaba familiar y a la vez extraño.
• «Así que no estoy muerta… Este lugar no es de la familia Luo o la familia Hua, ¿dónde estoy? ¿Por qué me resulta tan familiar?».
• «Espera, ¿dónde está mi hijo? ¡Tengo el vientre plano!».
• Después de reflexionar un rato, se dio cuenta de que había reencarnado tras la trágica muerte causada por su marido y su hermanastra. Mientras el olor a sangre llenaba el aire, recordó de repente algo y miró a un lado.
• En efecto, ¡había un hombre cubierto de sangre tumbado bajo la cama!
• La escena era igual a la de su vida anterior.
• En su vida anterior, bebió el jugo que Hua Ranran le había dado y perdió el conocimiento durante varias horas. Cuando se despertó, estaba tumbada junto a una persona que apenas vivía. Después de eso, fue arrestada por la policía y enviada a prisión como asesina.
• Este incidente hizo que la empresa que le dio su abuelo quebrara al instante mientras ella se enfrentaba a la cárcel y a un sinfín de juicios.
• «¡No! ¡No puedo quedarme aquí! ¡No voy a repetir la historia!».
• Las voces de los agentes de policía se escucharon desde el exterior de la puerta. Pero ella permaneció en silencio y bajó con cuidado de la cama antes de salir al balcón.
• Estaba en un crucero de diez pisos de altura y se encontraban en medio del prodigioso mar. Había una piscina debajo del piso en el que se encontraba. El agua transparente brillaba bajo la luz del sol, lo que resultaba agradable a la vista.
• Hua Shengan apuntó a la piscina y se lanzó sin dudarlo.