El despertar de la máquina de Victoria ROCA

El despertar de la máquina de Victoria ROCA

Historia erótica entre hombres. Durante las primeras semanas o incluso meses, de acuerdo con las reglas no escritas del Reglamento, nos deslizaríamos bajo las sábanas para quitarnos los calzoncillos y ponernos el pijama. A medida que pasaba el año escolar, nos habíamos acostumbrado a desvestirnos sólo dando la espalda. Había notado varias veces que Frederic, bajo el pretexto de que se desnudaba más rápido que yo, se sentó en su cama y me observó. Por casualidad o por curiosidad premeditada, había sorprendido su mirada sobre mis nalgas, una mirada que huyó tan pronto como se sintió sorprendido.